Cuidados de la Piel en Invierno (Aliados imprescindibles)


Ir a: Contenido




La persistente falta de atención puede acarrear el envejecimiento prematuro de la tez, y conjuntamente con el problema físico y aparente está el lado psicológico de la cuestión: a toda nos gusta parecer, lucir agradables. Prolongar la lozanía del cutis, es una eterna aspiración de cada mujer… ¡Me atrevo a asegurar que de cada hombre también! Así, se impone tomar medidas a la primera aparición de resequedad, aspereza, escozor, rojez, etc.

Cuidado de la piel en invierno

A menudo se aprecia una descamación en algunas zonas del cuerpo. Es el resultado de bañarse y frotarse en invierno igual que se hace en verano, lo cual tiende a eliminar los aceites naturales que lubrican la epidermis.

Como prevenirlo: A la hora del baño debemos alternar las enjabonaduras en los lugares donde exista mayor sequedad, manteniéndolas a diario en las axilas, senos y el valle entre ellos, pliegues inguinales, espalda y pies; el resto del cuerpo, lavarlo con agua tibia y toallita suave. Al agua del baño se le puede añadir un puñadito de sal; con la absorción de sus iones la piel, podrá defenderse de la disminución de su natural humedad y así combatirá por sí misma la deshidratación. Si la piel, de tan seca, se torna escamosa, mezcle aceite de belleza, o de bebitos, con un poco de agua tibia, y espárzalo por todo el cuerpo con las manos, hasta su total absorción. 

El momento ideal para hidratar rostro y cuerpo es cuando todavía están húmedos: justo después del baño. Esto es indispensable no solo para las pieles secas, sino también para las normales y las grasosas, pues al reforzar la protección, hidratando la piel cuando está húmeda todavía, cuando se seca, se forma una barrera que sella esa humedad. Con esto disminuirán los efectos de cualquier agresión de los elementos, eliminarán o atenuarán las temidas líneas, y le proporcionará un aspecto radiante y perennemente juvenil.