Proteger siempre que pueda, la piel de arañazos, rozaduras del calzado, etc. Polvorear el interior de los zapatos con una mezcla, cuyas proporciones combinan media caja de talco o media libra de maicena, con una cucharada de ácido bórico o bicarbonato de sodio. Se debe dar baños de pies, es recomendable tomarlos por la mañana y por la tarde o la noche, antes de dormir, combinando: por la mañana, una cucharada de sal por cada litro de agua hervida, tibia, durante 15 minutos. Por la tarde o noche: una cucharada de ácido bórico por cada litro de agua hervida, tibia también por 15 minutos. Las recomendaciones anteriores son tan válidas para quienes gocen de salud espléndida, como para aquellas que padezcan de linfangitis, úlceras varicosas, diabetes y artrosis.